La DEA preparó en 2010 una operación para que el militar Silvio Isidro de Jesús Hernández Soto, quien fue escolta del presidente Andrés Manuel López Obrador durante su candidatura de 2006, aportara evidencia del financiamiento del narcotráfico a la campaña, pero esta fue detenida ante el riesgo significativo de repercusiones políticas, de acuerdo con una publicación hecha este viernes por la agencia independiente ProPublica.
El reportaje firmado por el periodista Tim Golden se sustenta en documentos inéditos del gobierno de Estados Unidos sobre la investigación de la Administración de Control de Drogas (DEA) para conseguir pruebas que permitieran acusar al entonces candidato y a su equipo de campaña de recibir dinero de organizaciones criminales.
La DEA diseñó una operación en la que un supuesto traficante ofrecería millones de dólares a cambio de protección futura. Sin embargo, a pesar de los avances iniciales, la investigación nunca se concretó. A fines de 2011, el Departamento de Justicia decidió clausurar el caso, en parte debido al escándalo generado por la fallida operación “Rápido y Furioso”, que ya había deteriorado las relaciones entre Estados Unidos y México.
La decisión de cerrar la investigación se basó en el riesgo significativo de repercusiones políticas. La potencial acusación contra López Obrador, un candidato presidencial influyente, habría podido desatar una crisis diplomática con México, complicando aún más la cooperación en temas de seguridad y migración. Además, los documentos sugieren que la investigación estaba en una etapa temprana y las pruebas disponibles eran insuficientes para formular cargos contundentes.
Las revelaciones de ProPublica sobre este encubrimiento han reavivado tensiones entre ambos países. López Obrador ha criticado a la DEA y a las agencias estadounidenses, acusándolas de conspirar contra él. Mientras tanto, la administración Biden ha intentado calmar las aguas, subrayando que la investigación está cerrada y que el presidente mexicano no está bajo investigación actual.
Este viernes, el presidente Andrés Manuel López Obrador y su equipo de comunicación social respondieron en la conferencia matutina a la carta enviada por el periodista Tim Golden en la que informó sobre el reportaje.
Golden señaló en su carta dirigida a Jesús Ramírez Cuevas, coordinador general de Comunicación Social y vocero de la Presidencia: “Los documentos indican que en una primera fase, los agentes de la DEA identificaron al entonces candidato López Obrador como un posible blanco de su investigación. Sin embargo, los agentes nunca encontraron evidencias de primera mano de que el ahora presidente aprobó o supo del dinero que, según otras fuentes, el Cártel de Sinaloa contribuyó a su campaña electoral”.
En respuesta, Ramírez Cuevas destacó que la propia carta de Golden confirma que no hay pruebas ni evidencias contra el presidente. “Entonces, ¿por qué publicarlo?”, cuestionó Ramírez. También enfatizó que el presidente López Obrador ha planteado preguntas directas a Golden sobre la integridad y motivaciones detrás de su reportaje inicial de enero.
Ramírez expresó: “Si en tu reportaje no hay datos duros o testimonios directos que impliquen al presidente, ¿cuál es el valor periodístico o la intención de publicarlo?”.
Además, cuestionó la falta de respuesta de Golden a las preguntas planteadas por el presidente, que incluían detalles sobre las fuentes de información y las motivaciones detrás del reportaje.
Con información de LATINUS.