Desde el 2019, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER Jalisco) ha impulsado el sistema silvopastoril, con el que se tiene un mejor aprovechamiento del agua y se evita la deforestación con la inserción de plantas específicas para el consumo de los animales, se mejora la calidad de los suelos y se garantiza el bienestar del ganado, lo anterior con el propósito de reducir el impacto de la ganadería en el medio ambiente.
Este sistema consiste en brindar apoyos directos a proyectos y capacitaciones, en conjunto con once municipios, donde las y los ganaderos reconocen las ventajas de trabajar en un esquema que optimiza los rendimientos con reducción de costos en producción.
El Limón se ha convertido en uno de los mejores ejemplos de la política pública impulsada por SADER Jalisco. En un recorrido por el rancho Las Piletas, ubicado en ese municipio, Ana Lucía Camacho, titular de la SADER Jalisco, reconoció la importancia de esta práctica entre las y los productores.
“Estamos viendo un ejemplo de un sistema silvopastoril de producción sustentable, que es un ejemplo como alternativa para producir de manera distinta, disminuyendo el impacto que tenemos y disminuyendo también la huella de carbono”, informó la secretaria.
Agregó que con la creación del eje de sustentabilidad al inicio de la administración del gobernador Enrique Alfaro Ramírez, se ha logrado avanzar en la materia y con la inversión de 56 millones de pesos se ha fomentado el uso de energías renovables y el aprovechamiento del agua de lluvia para actividades ganaderas.
“Después de varios años vemos grandes resultados. El primer año que sacamos los programas de energías renovables, de captación de agua de lluvia, casi le rogábamos a la gente que se inscribiera en esos programas; hoy es el programa que más recurso tiene y el que más solicitan ante los embates del cambio climático”, comentó Camacho.
Alejandro Michel, propietario del rancho Las Piletas, que fue reconocido con el Premio Nacional al Mérito Forestal, otorgado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y la Comisión Nacional Forestal, destacó que con la implementación de prácticas productivas sustentables existen diferencias significativas en términos de productividad.
“Estamos en un sistema silvopastoril que manejamos el pastoreo; lo hacemos desde el año 2020, después de un apoyo que nos dio la SADER (Jalisco) para sistemas de captación, de almacenamiento de agua de lluvia, eso nos permitió acercar el agua al ganado y poder pastorear adecuadamente a las vacas. Hemos aumentado la cantidad de vientres y hemos disminuido mucho los costos de producción, porque no compramos tantos insumos, el mismo forraje que tenemos aquí en el suelo es el que nos provee de alimento a los animales, están bajo sombra cuidando el tema del bienestar animal”, explicó el productor. Raúl Santana, productor del mismo municipio, coincidió en el punto y puntualizó que la iniciativa ha permitido mantener ahorros económicos y materiales en sus procesos.
En lo que va de la actual administrar, más de 350 proyectos productivos han sido impulsados desde la perspectiva de ganadería sustentable a través de los programas de Estados Bajos en Carbono y Acción del Campo para el Cambio Climático, a los que se suma la labor de capacitación que realizan los técnicos extensionistas con productores de Ayutla, Tenamaxtlán, Cuautla, Tomatlán, Tecolotlán, Mascota, Mixtlán, Guachinango, Talpa de Allende, El Limón, Tuxcacuesco y Unión de Tula.