EFE.- Familias de mexicanos desaparecidos impulsan una base de datos de fosas comunes con las pistas que han encontrado en cementerios para hallar a sus seres queridos y armar el rompecabezas del problema en el país, que suma más de 112 mil casos.
Acompañadas de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) del gobierno federal, familias de Jalisco, estado del país con la mayor cantidad de desapariciones, inspeccionan registros de inhumaciones en panteones para formar la base de datos del Módulo de Fosas Comunes.
Ahí han verificado las condiciones en las que entierran los cuerpos no identificados, y acceden a documentos de cada cementerio para rescatar fechas y lugares en los que hallaron un cadáver, en qué condiciones estaba, características y cuánto tiempo pasó en el Servicio Médico Forense (Semefo).
También han constatado las irregularidades en los procesos legales y forenses, dijo a EFE Guadalupe Ayala, miembro del colectivo de Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos en Jalisco (Fundej).
Un ejemplo de ello es la visita al panteón del municipio de Ocotlán, donde vieron qué restos de 47 personas están en un solo espacio y no hay documentos que ayuden a identificarlos.
“No hay custodia, sólo son archivos de 47 personas que fueron inhumadas en las fosas comunes. Hay un registro, pero realmente no sabemos a quiénes pertenecen”, afirmó.
Las representantes de la CNB realizaron en marzo de 2022 una primera visita a Jalisco para recopilar información de dos panteones en el municipio de Guadalajara.