El gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, pidió a las autoridades de Estados Unidos reabrir cuanto antes un cruce fronterizo entre las ciudades de Sonoyta y Arizona, y advirtió que con el cierre se afectan las relaciones comerciales, turísticas y sociales entre ambos países.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) anunció la semana pasada que a partir de este lunes se cerrará temporalmente el cruce fronterizo de Lukeville para que elementos de esa dependencia apoyen en labores de la Patrulla Fronteriza ante el creciente flujo de migrantes.
A través de una publicación en redes sociales, Guadalupe H. Ramirez, director de operaciones de campo de la CBP, anunció que la suspensión de operaciones es por tiempo indefinido.
“A partir de 4 de diciembre, la oficina de operaciones de campo de la CBP suspenderá temporalmente las operaciones en Lukeville, Arizona, para redirigir al personal para apoyar a la Patrulla Fronteriza en la detención de migrantes“, se lee en la publicación de X (antes Twitter).
Ante ello, el gobernador Alfonso Durazo envió el domingo una solicitud diplomática a las autoridades de Estados Unidos para reabrir un cruce fronterizo.
“Por la decisión de cerrar temporalmente el cruce fronterizo de Lukeville enviamos a las autoridades migratorias de Estados Unidos: al CBP; la embajada norteamericana en México, y la Cancillería, la solicitud de hacer todos los esfuerzos necesarios para continuar cuanto antes con la extraordinaria relación comercial, turística y social que históricamente ha distinguido a Sonora y Arizona, ahora temporalmente suspendida”, dijo el gobernador.
Autoridades, líderes sociales y organismos empresariales han advertido que el cierre podría encarecer las transacciones comerciales al hacer los viajes de importación y exportación más largos, además que el tránsito de turistas de la Costa Oeste de Estados Unidos hacia los destinos de playa en Sonora como Puerto Peñasco, San Carlos y Bahía de Kino también se verá afectado.
“Nadie puede negar que el tema migratorio es de suma complejidad, pero la solución no está en el cierre de los cruces fronterizos; desde el gobierno de Sonora hemos hecho un esfuerzo extraordinario sin precedente, tanto en recursos económicos como humanos para atender con un enfoque humanitario a las personas en situación de movilidad que transitan por nuestra entidad”, agregó Durazo.
Actualmente, miles de migrantes centroamericanos están en tránsito por Sonora, pero a estos se han sumado también altos flujos de indocumentados de África y Asia, actualmente hay unas mil personas esperando ser procesados por el CBP en la región fronteriza entre Sonoyta y Lukeville, para solicitar el asilo humanitario en Estados Unidos.
La región desértica entre Sonora y Arizona es una zona de alta incidencia de tráfico de personas y droga, situación que vuelve muy peligroso el viaje migratorio hacia Estados Unidos.
Sin embargo, 2023 ha sido el año de mayor flujo de indocumentados, el delegado Estatal del Instituto Nacional de Migración afirma que han rescatado más de 15 mil migrantes este año, tan sólo en Sonora.
CON INFORMACIÓN DE LATINUS
