La representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, advirtió hoy a México que su país podría volver a imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio mexicanos si el gobierno de Andrés Manuel López Obradorno toma medidas urgentes para frenar el continuo aumento de esas exportaciones hacia Estados Unidos.
Tai se reunió de manera virtual con la Secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, para expresar la profunda preocupación de Estados Unidos por el incremento del comercio de acero y aluminio entre los dos países, que según Washington viola el espíritu del acuerdo comercial T-MEC, ya que el material vendría desde otros países.
La representante comercial estadounidense destacó que llevan más de un año intentando resolver este asunto a través de consultas con México, pero hasta ahora no han visto acciones concretas para detener el aumento de las exportaciones de metales mexicanos.
De acuerdo con Tai, la Declaración Conjunta de 2019 firmada por ambos países sobre los aranceles de la Sección 232 permite que Estados Unidos reactive esos gravámenes si lo considera necesario.
Esto es una clara advertencia de que la Casa Blanca no descarta volver a poner aranceles de 25 por ciento al aceroy 10 por ciento al aluminio mexicanos si México no actúa para cumplir con el espíritu del T-MEC.
El gobierno de López Obrador ha defendido el aumento de las exportaciones siderúrgicas aduciendo que se deben al crecimiento de la demanda estadounidense y al incremento de la producción en México, no a triangulaciones comerciales, como acusa Washington.
Sin embargo, Tai también cuestionó la falta de transparencia de datos por parte de México sobre las importaciones de acero y aluminio de terceros países, lo que dificulta verificar si efectivamente se están desviando esos metales hacia Estados Unidos.
Mientras tanto, Buenrostro rechazó la falta de transparencia y reiteró que el gobierno está en la disposición de compartir la información para identificar la trazabilidad de productos y combatir la triangulación en América del Norte.
En enero de este año, México propuso medidas ante el incremento de las exportaciones mexicanas de acero y aluminio. Entre ellas, identificar el origen de productos fuera de la región y el intercambio de información entre agencias antidumping. Además, destacó la relevancia de retomar la Conferencia de Acero de América del Norte.
Al respecto, Jorge Molina, consultor en comercio internacional, dijo que las presiones políticas se incrementaran en temas comerciales a medida que se acerquen las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos.
“Washington quiere tener respuestas, porque esto se viene atrasando y hay un grupo de 53 congresistas, la mayoría republicanos, que representan a la industria del acero, y con eso de que ya se vienen tanto las primarias para ellos como la elección ahora de noviembre, tienen que demostrar que están apoyando a la industria”, indicó.
Desde su punto de vista, se vienen más presiones de Washington en la agenda comercial, incluido el tema del maíz transgénico, energía e inversiones de armadoras chinas. Pero la contraparte mexicana parece estar cómoda con esos temas y alargar las discusiones lo más que pueda, señaló.
“El gobierno de México quiere seguir ‘pateando el bote’ como lo han hecho, pero al Congreso de Estados Unidos ya se le acabó la paciencia y al USTR ya se le acabó el espacio de maniobra, simple y sencillamente porque ya estamos al final del término presidencial y hay que dar respuestas”, enfatizó.
CON INFORMACIÓN DEL FINANCIERO