El Proyecto CORA “Comunidad de Mujeres Reconstruyéndose con Amor”, fue presentado hoy por el Voluntariado Jalisco y el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Zapopan en las instalaciones del Centro de Reinserción Femenil de Puente Grande, con el objetivo es poner al centro el corazón de las mujeres y ayudarlas a crecer espiritual, emocional y profesionalmente.
La implementación es esta estrategia contempla la remodelación, en una primera etapa, del edificio de salones de cómputo, capilla, aula de usos múltiples y biblioteca, donde se ofrecerán talleres de capacitación para autoempleo, desarrollo de habilidades profesionales, terapias y otras acciones para la salud y el bienestar de las internas.
La coordinadora del Voluntariado Jalisco, Joanna Santillán Álvarez, agradeció a la población del Centro de Reinserción Femenil por abrir sus puertas para implementar acciones que generarán oportunidades de crecimiento y desarrollo personal:
“Tenemos que dignificar y humanizar a los sistemas penitenciarios del país, porque ellas necesitan reconstruir sus vidas, y a pesar de las dificultades que ellas vivan, encuentren razones suficientes para seguir luchando. Pero la reconstrucción y la reintegración de estas mujeres sólo se logrará a través de un trabajo profundo, personal, y con el apoyo amoroso de una comunidad sorora”.
Reconoció el apoyo de personas y organismos de la sociedad civil que se involucrarán en este proyecto, como la Fundación Lorena Ochoa, encargada de la remodelación de las aulas de cómputo; Fundación Plan B, que hará lo mismo con el aula de usos múltiples; y Marinela Servitje Montull, quien auspiciará las adecuaciones en la capilla. Destacó que, en vinculación con la Secretaría de Cultura Jalisco, se buscará que la biblioteca del centro CORA cuente con el mejor acervo para formar a las internas:
“Muy pronto estaremos lanzando la campaña ‘Alas Abiertas’, donde las queremos convocar para que ustedes nos donen un libro que les transformó su vida y nos permita transformar la vida de las mujeres que viven en este lugar”.
La presidenta del Sistema DIF Zapopan, Michelle Greicha Frangie, expresó que este proyecto nace de la responsabilidad de mirar y escuchar a quienes muchas veces están en el olvido. “En CORA creemos firmemente en la ‘esperanza compartida’, en el hecho de que estas mujeres pueden salir del Centro al término de la sentencia con ilusiones y buenas expectativas respecto a su reinserción a la sociedad”.
Rebeca M. brindó testimonio de los cambios que se han generado en el interior del centro penitenciario, los cuales incidieron en su persona. Decidió apoyar a sus compañeras mediante clases de acondicionamiento físico y proyectos recreativos. Además, durante el tiempo en reclusión se dio la oportunidad de concluir la Licenciatura en Criminología y Criminalística, para luego continuar con una Maestría en Criminología.
“Todo esto se ha podido lograr gracias a que ha existido la voluntad de querer ayudarnos y de querer darnos las herramientas para trabajar en tener un mejor futuro. Un futuro en donde estemos preparadas y capacitadas para no depender de nadie, para hacer que se escuche nuestra voz con intensidad”, expresó Rebeca.
La secretaria de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres, Paola Lazo Corvera, acudió con la representación del gobernador Enrique Alfaro y expresó que resulta fundamental implementar en el sistema penitenciario femenil acciones creativas que respondan a las necesidades particulares de las mujeres privadas de su libertad, sus hijas y sus hijos, todo bajo una mirada de derechos humanos y sensible al género: “Este es un reto que nos requiere poder integrar y generar acciones para que su integración a la sociedad sea realmente productiva, integral y completa”.
Actualmente el Centro de Reinserción Femenil de Puente Grande cuenta con una población de 460 mujeres privadas de la libertad, de las cuales el 45 por ciento tiene menos de 45 años de edad.
El Centro de Reinserción Femenil de Puente Grande ha recibido distintas intervenciones en los últimos años, con la finalidad de incidir en las condiciones de vida de las mujeres que ahí residen, sus hijas e hijos, como la construcción y equipamiento de nuevos dormitorios; remodelación del Módulo B, áreas de cocina, lavado y espacios productivos/educativos, habilitación de una Ludoteca “El Tren de los Valores”; ampliación y mejora del huerto urbano y creación de una Clínica de Terapias Alternativas.