En el inicio del periodo de sesiones, legisladores de la 4T tuvieron su primer choque con el presidente de la Cámara de Diputados, el panista Santiago Creel.
El detonante fue que Creel acordó con autoridades de la Secretaría de la Defensa Nacional que los honores a la bandera se llevarían a cabo en el vestíbulo del recinto legislativo de San Lázaro y no en el salón de sesiones como se lleva a cabo tradicionalmente, debido a que los integrantes de la escolta se encontraban armados.
“Los honores a la bandera se hicieron en el vestíbulo porque los integrantes de la escolta están armados y en este salón de sesiones no pueden estarlo”, trató de aclarar el presidente de la Cámara mientras comenzaban a aumentar los gritos de reclamo.
¡Ridículo!, ¡culero!, ¡apátrida!, ¡vendido!, fueron parte del coro casi anónimo, que surgió de las bancadas de Morena y del Partido del Trabajo.
Minutos antes, Creel notificó que el acto protocolario se llevaría a cabo fuera del recinto del San Lázaro, a donde lo acompañaron de manera institucional Alejandro Armenta, presidente del Senado de extracción morenista.
Adentro, en el pleno, la inconformidad se expandió como si fuera un virus de alto grado de contagio en medio de expresiones como ¡ignorante!, cuando Creel regresó al recinto.
Un diputado de Morena invocó el Artículo 39 de la Constitución, el cual establece que la soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo, por lo que un panista respondió a lo lejos: “es el único artículo que te sabes”.
Creel titubeó cuando las bancadas de Morena y PT comenzaron a entonar a capela el Himno Nacional, en tanto priistas y del Partido Verde sumaron sus voces, que cuando concluyó el presidente cerró con un “¡Viva México!”.
“No voy a invitar a que tomen sus asientos”, se siguió Creel cuando se rehízo, “entiendo las circunstancias en las cuales se convino este protocolo”.
El presidente de la Cámara explicó “como presidente del Congreso no puedo permitir armas en este salón de sesiones, que es un parlamento, que es una soberanía, que es el Congreso de la Unión al cual me debo”.
El panista Creel insistió en resaltar los esfuerzos “por colaborar y mantener un diálogo permanente para tener un intercambio de ideas, debates y acuerdos con el máximo respeto que merece esta soberanía”.
Como ruido de fondo seguían los insultos hacia Creel, quien luego de declarar el inicio de los trabajos legislativos, pidió entonar el himno nacional.
CON INFORMACION DE LATINUS
